La glucosamina y la condroitina forman parte del cartílago normal. El cartílago actúa como protección entre los huesos de una articulación.
El cuerpo usa glucosamina, para producir una variedad de otras sustancias que están involucradas en la formación de tendones, ligamentos, cartílago, y el líquido espeso que rodea las articulaciones. Las articulaciones están amortiguadas por el líquido y cartílago que las rodean. En algunas personas con osteoartritis, el cartílago se rompe y se adelgaza. Esto resulta en más fricción en las articulaciones, dolor, y rigidez. La glucosamina puede aumentar la cantidad de cartílago y líquido que rodea la articulación o bien prevenir el deterioro o de estas sustancias.
La glucosamina, que también se llama quitosamina, es una sustancia natural que se encuentra en el revestimiento de los mariscos. Se presenta en diferentes formas, que incluyen clorhidrato de glucosamina, N-acetilglucosamina (NAG) y sulfato de glucosamina, que es una combinación de glucosamina y sal mineral. La glucosamina también se encuentra en formas sintéticas. El cuerpo absorbe bien la glucosamina.
Puede ser eficaz en:
– Artrosis. La mayoría de la investigación muestra que la ingesta glucosamina puede brindar cierto alivio del dolor en personas con artrosis, especialmente en aquellas con artrosis en la rodilla.
– Cardiopatías. Las personas que ingieren glucosamina podría tener un menor riesgo de sufrir cardiopatías.
– Dolor en la rodilla.
– Esclerosis múltiple (EM).
– Dolor en las articulaciones.
– Síndrome de la vejiga dolorida (cistitis intersticial).
Uso sugerido: Para adultos, tomar dos (2) cápsulas tres veces al día, preferiblemente con las comidas.